Frente a todas las posibilidades y la gran variedad de sensaciones y vivencias que rodean nuestra existencia, en ocasiones el sentir nos interpela mucho, pues por más que intentemos dejar de hacerlo hasta el último momento de nuestras vidas lo tenemos que hacer.
Nacemos y nos encontrados en medio de dos sentimientos uno, el de la madre que tiene la responsabilidad de traer a este mundo a esa nueva criatura que sufre con cada contracción pero que a la vez le emociona y le hace olvidar el dolor; por otro lado se encuentra el sentir de quien nace, que a pesar de no poder comunicarse con nosotros también desde su humanidad siente miedo por estar en un mundo por entero nuevo y de no saber que es lo que vendrá. Cuando se muere también ocurre lo mismo, quedan los sentimiento de aquellos que ven partir a ese a quien aman; pero antes de dejar de pensar y de sentir por completo, ese a quien la vida le va haciendo un conteo regresivo en donde al final le espera decidir si en verdad disfruto esta vida a plenitud, o si acaso fue la vida la que disfrutó de el y su debilidad.
La vida va en un sólo sentido, sin mirar a atrás, poniéndose de frente y decidiendo lo que en verdad creemos es lo adecuado para nosotros. Hoy podemos sentir, pero ¿Qué es lo que sentimos?¿Por qué lo sentimos?¿Cuándo lo sentimos?
Hoy puedes sentirte triste, agobiado, sólo, cansado o confundido; así como también te puedes sentir alegre, lleno de vida, con esperanzas y sueños, libre y dueño de ti; sin embargo te preguntaría ¿Y ahora que harás?. El sentir no es simplemente algo que pasa por nosotros sino más bien es algo que nos nutre,que nos llena, nos guía y acompaña; el sentir no se debe quedar en lo pasivo, tiene que ser siempre un estímulo a ir tras cosas nuevas, cada día que pasa iremos sintiendo muchas cosas nuevas a las cuales vamos a responder, ¿Estás listo para ello?
Las decisiones surgen de una determinación ante algo que hemos sentido, date cuenta de que quieres sentir, abre tu corazón primero antes que tus ojos pues; ya que tus ojos sólo ven el exterior más tu corazón ve lo hay en el corazón y lo que en el habita.
Vuelve a ti, y mírate; ¿Confías en eso que sientes hoy?¿Por qué confías en eso? Siempre hay en nuestras vidas un espacio para vernos a nosotros mismos, y desde ahí empezar a sentir; y sentir el valor de quién eres, que es un tesoro formidable al cual pocos hoy en día tienen acceso...
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