domingo, 11 de marzo de 2012

¡Hola!

Ayer subía a un autobús, iniciando la mañana (por cierto me había quedado dormido ese día) y salió de mi decir una palabra que todos utilizamos: "Hola Buenos Días"; pronta mente sentí una extraña sensación como si acabase de hacer una gran atrocidad o un mal para todo aquel que justo cuando yo subía a el autobús se encontrase ahí.
Llegue a mi puesto y estaba sentado un niño, que me miró y me dijo: "Hola buenos día para ti también"; yo un poco incómodo sólo respondí con cierta timidez a su saludo (aún cuando yo era mayor que aquel niño).
Pasó el día y luego cuando me decidí a dormir me pregunte: "¿Por qué me avergonzé cuando aquel niño me devolvió los buenos días?¿Acaso se burlaba de mí?"; y me quedé dormido sin hayar la respuesta a mi interrogante.
Sabes en el relato anterior es muy común que como el chico, busquemos respuestas hasta debajo de las rocas para una simple pregunta como las anteriores; y es bueno pero sabes, buscar respuestas al por qué nos avergonzamos ante las cosas buenas que hacemos es mucho mejor. Quizás tu que empiezas a leer dirás bueno y qué será esta vez el mensaje que puede haber en en mensaje de tan sólo cuatro letras, y quizás lo que te vaya a decir no sea la respuesta que tu esperas pero sabes, por más pequeñas que sean las cosas o respuestas detrás de ellas siempre hay algo para ti.
Un saludo tan simple como el del relato quizás sea insignificante para muchas personas en este mundo pero sabes, el no poder decir esa pequeña frase oculta algo que puede sea para ti una invención mía o puede que no, pero el contenerse de dar un saludo a los demás simplemente se traduce en estar cansado de aquellas cosas hermosas y pequeñas de la vida, cosas que cuando se comienzan a sumar generan grandes alegrías en la vida de cada uno de nosotros.
Hoy o cuando leas este mensaje, si tienes a alguien cerca que no conozcas, intenta darle ese saludo de los buenos días y verás como todo cambia, te sientes relajado te sientes que has hecho un gran evento, y en verdad no has hecho un gran evento sino un mega gran evento pues con un simple saludo y una sonrisa hoy podrías salvar a alguien de la aburrida monotonía de viajar en un autobús, o pudiste haberles regalado una gran sonrisa a aquellos que en su casa nunca le sonríen. Con tu "Hola Buenos días" le regalas la esperanza de creer a otras de que todavía se puede luchar por un mundo mejor, quizás te vaya a suceder que nadie te conteste o te miren como a un loco y que te sientas como aquel chico, pero sabes eso no importa, pues con tus buenos días sin darte cuenta encontrarás a alguien que como el niño del relato te responda con un corazón limpio a tus buenos días.
Para odiar sólo se necesita vivir en las tristezas y no creer en ti mismo, para amar necesitas muchas más cosas pero todas ellas te pueden llegar sólo cuando te dejes llenar por la alegría de un "hola, buenos días";  y por cierto sabias que para amar tenemos a Dios a nuestro favor.
Que hoy aunque se canse tu boca de tantos holas que tengas que dar nunca dejes de darlos, pues sólo se encuentra la verdadera alegría cuando uno se da por aquellos que más lo necesitan . . .