"La vida en 24 horas"
Este blog más que ser informativo es para animar a quienes en un momento determinado necesitan leer algo para encontrar luz en el duro caminar diario, espero les sea útil!
domingo, 21 de agosto de 2016
Cambia
sábado, 11 de octubre de 2014
Miedo
lunes, 21 de abril de 2014
Pasión, Muerte y Resurrección.
En la vida muchos dicen que lo más importante es vivir cada momento como si fuese el último, disfrutando y compartiendo en alegría y concordia; a pesar de las situaciones personales que vivamos. Algunos pueden estar en este momento celebrando un cumpleaños, el nacimiento de un nuevo miembro de la familia o quizás alguna meta personal o triunfo que nos anima a celebrar. Simultaneamente a cualquiera de las celebraciones ya mencionadas, puede que justo ahora algun hijo le toque darle el beso más triste que se le puede dar a una madre, o quizás algún niño tenga que salir a la calle a mendigar comida, pues lleva días sin comer, o incluso haya quienes ante las dificultades de la vida piensen, en ponerle fin a la misma.
Cualquiera que sea la situación buena o mala, es parte de la vida. Decir que simplemente no es asunto tuyo o mío , a aquellas cosas que no nos afecten directamente es bastante mediocre, e inclusive nos demuestran que no hay vida sino un simple existir, en donde sabemos que estamos en el mundo, y creemos que el mundo debe existir sólo para mi satisfacción personal. La persona que no existe simplemente, sino que Vive, es aquella que cuando la triteza toca a tu puerta, no te deja ahogarte en ella sino que dandote su hombro te anima a mirar hacia el horizonte y recordar que tras la tormenta el sol, siempre brillará.
Este fin de semana pasada los cristianos de todo el mundo hemos celebrado, aquel acontecimiento que para nosotros sustenta nuestro caminar: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Jesús. Algunos simplemente ven estos días como libres en el calendario, en los cuales puedo o no hacer ciertas cosas; dejando de lado el verdadero sentido de lo conmemorado.
A pesar de esto, aún por aquellos que pierden de vista la conmemoración del Sacrificio de Cristo en este día, estamos tu y yo que de manera peculiar desde la sencillez de una sonrisa, le decimos al mundo lo importante que es para nosotros el ver en Cristo, la imagen perfecta de un camino que lleva a la felicidad plena, felicidad que por momentos se ve truncada por las vicisitudes de la vida, o que en otros momentos se muestra llena de momentos de alegría y regocijo para nosotros. La Pasión por si sola es el camino que tu y yo vivimos a diario, es esa preocupación que justo ahora tu tienes en el corazón y la mente. La Muerte por otra parte es aquella actitud decisiva que tomanos ante las caídas del camino, es saber decir: "Yo puedo y quiero ser mejor", la muerte es dejarse atrás a uno mismo y ser un nuevo yo. La Resurrección es y será siempre la promesa más grande hecha por Dios al mundo, es saber que ante un caminar largo y tortuoso, hay una recompensa que va más haya del pensamiento, recompensa que nutre y alienta el corazón del hombre.
La Pasión, Muerte y Resurreción de Cristo, podría resumirlo hoy con una frase muy peculiar de San Agustin: "Ama y haz lo que quieras". El amor verdadero nace de la contemmplación del amor de Dios para la humanidad, y es ese mismo amor el que nos da la libertad de encontrar en la alegría y el dolor, el coraje suficiente para mantener una sonrisa y la confianza en el Señor.
Feliz Pascua de Resurreción...
sábado, 15 de marzo de 2014
Siento
martes, 24 de diciembre de 2013
Hablar de Navidad
Una vez más nos situamos en las festividades de fin de año, cabe destacar que de ellas la Navidad es aquella la festividad que más debería sobresalir en estos tiempos. Ahora bien, hablar de Navidad hubiece sido más fácil algunos años atrás, pues en aquel entonces era màs fàcil conmover el corazón del hombre y guiarlo a sentir todo el cúmulo de situaciones que enmarcan estos días.
El hombre al oir hablar de Navidad podía situar su corazón de frente a la hermosa situación de en familia hacer la cena o sentarse a escuchar villancicos; inclusive se daba el momento propicio para compartir con aquel vecino al cual sólo saludabamos cada mañana al salir al trabajo o ir y visitar a ese familiar que desde hace algún tiempo visitabas. Ese sería el ideal, quizás aun se de en algunos lugares, sin embargo la gran mayoría de las personas han apostado con el pasar del tiempo a una Navidad, más vacia del compartir y el fraternizar para avocarse a una Navidad de días libres, olvidandose de que es la Navidad el momento oportuno para desde la ternura del niño Jesús que nace, ir y volver a confiar en el amor y los ideales de paz y esperanza; el hombre ha cambiado todos esos ideales tradicionales por el ideal del lujo y del derroche; por el ideal del egoísmo y la insensibilidad con el dolor ajeno.
Al preguntar hoy cuales son los deseos de Navidad obtendríamos respuestas vacías o simplemente respuestas en donde la figura principal sería el Yo, que merma al los seres humanos y nubla las capacidades de cada individuo de darse por los demás, nos limita a atender solamente nuestras necesidades, nos trunca la visión por el que sufre, por el que llora, por aquel que esta noche dormirá entre cartones y junto a un basurero, esperando las sobras que tu y yo dejemos tras los grandes banquetes y comilonas, que dicen ser propios de la Navidad.
Si me preguntas que hacer en Navidad te diría: preguntate como esta tu corazón? A cuántos has ayudado durante este año? A cuántos les has dado de comer para tener la paz de comer tu cena de Navidad? A cuántos has lastimado con tu orgullo, soberbia y ese absurdo individualismo que nos deja solos en este mundo?
Al tener respuestas al anterior cuestionamiento, lo propio sería salir e ir corrigiendo todo antes de que nazca ese niño Jesús, pero seamos realistas, no daría el tiempo suficiente para corregir todo lo que no hemos hecho en un año, así pues toma una de esas cosas que has hecho mal y en silencio vete en lo privado de tu cuarto y ora para ser una persona mejor en el siguente año, viendo el error ya cometido y ofreciendole a Dios con toda humildad y sencillez, trabajar por no volver a cometerlo.
Navidad es y será aun con el pasar del tiempo, el tiempo más lindo para amar y darse por aquellos que comparten desde el dolor hasta las tristezas día con día, y pedir perdon a aquellos a quienes hemos lastimado. Yo pido perdon por mi soberbia y por aquellas personas a las cuales con mi actuar he lastimado sin razón, y tú ¿por qué quieres pedir perdón?
Que el espíritu de esta hermosa Navidad te guie a dar más y más, no solo por quienes te aman sino también por quienes te odian y desean un mal para tí. ¡Feliz Navidad!
"De mí espera siempre lo inesperado" con cariño A.M.M.M.