domingo, 21 de agosto de 2016

Cambia


¿Cuándo fue que dimos orden a que la risa se detuviera?¿En qué momento fue que el diario vivir comenzó a ser sólo un momento de existencia antes que un momento de plenitud? ¿Con qué permiso hoy, sólo te sientas a ver pasar las horas como las olas del mar van y vienen?¿Cuándo paso que el hoy se convirtió en un trazo a blanco y negro en donde los colores son una censura?

Abrimos los ojos cada días y la cotidianidad amenaza con ser la actriz principal del aquí y el ahora de nuestras vidas; callando en nosotros el deseo de expresar la fuerza de  nuestro corazón, que esta tan vivo como el aire que respiras en este momento. Somos un cúmulo de emociones, de ganas de reír, de ganas de llorar, de gritos contenidos por el temor a ser rechazado, somos pasión y vida que hoy el mundo ajusta a un retweet y un me gusta; atrapándolos en un número limitado de caracteres en donde si no cumples eres rechazado. La expresividad del hoy se encuentra forzada a los parámetros del mundo, parámetros absurdos, que sólo buscan la aceptación de una generación que lo más cercano al amor que puede tener es poner una banderita de colores en su perfil y usar una etiqueta que diga #PrayFor?; generación que no es tan siquiera capaz de quedarse en silencio y escuchar lo que su corazón le pide a gritos.

El hoy de a poco se convierte en un absurdo en donde tu y yo somos la burla del mundo, por seguir soñando que existe algo más que un trabajo bien remunerado o un buen carro, somos la burla del mundo por cambiar lo material, simplemente por un momento en la presencia de aquel a quien amamos, somos la burla del mundo por creer en las emociones que callan bajo unos ojos opacos y cansados de vivir. Somos y seremos la burla del mundo por encontrar en la naturaleza y la no violencia, la paz que un televisor nos roba al humillar a la mujer como un símbolo sexual y al hombre como un ente sujeto a las pasiones mundanas y el placer.

La risa decidió detenerse ante tanta burla y menosprecio entre tantos seres humanos, el diario vivir se convirtió en existencia cuando robaste la plenitud que tenía un hola y un te amo; te sentaste a ser un espectador de la vida cuando dejaste que la conformidad te robara los sueños y la esperanza; el hoy perdió sus colores cuando le robamos la inocencia con que muchos niños la pintaban.

¡Cambia! Decían muchos a mi alrededor cuando iba creciendo y veía hacia donde querían ellos que cambiara, pero crecía en mi la duda de creer que el ser más evolucionado sobre la tierra crea que el cambio se encuentra, sumergiendo nuestra vida en tecnología y ahogando el deseo de lucha del corazón en etiquetas de redes sociales y campañas digitales. Cambiar ahora me lo digo yo, pero confiado de que el cambio sólo para que funcione requiere de un sacrificio mucho más allá de lo que nuestra lógica nos puede guiar.

sábado, 11 de octubre de 2014

Miedo

A cada palabra y ante cualquier circunstancia escuchamos y sentimos cerca de nosotros, una palabra que pudiéramos considerar a veces inspiradora y otras veces como prácticamente la marca de nuestra derrota.

Las personas van  y vienen, unas comen otras no, algunas sonríen y otras lloran, algunos cantan mientras otros gritan, unos estudian otros aprenden de la vida, algunos sueñan con tener un libro entre las manos, mientras otros roban esos sueños dando armas e instrumentos que sólo sirven para destruir la existencia humana.

En cualquiera que fuera la situación en cada una de ellas se esconde el miedo; quizás a desilusionarse, pues leer un libro no era lo que esperaba o tal vez a sentir que cuando canto no es tan grandioso como pensé que era. El miedo ronda a cada instante en cualquier momento; el miedo acompaña al joven y al anciano, ya sea ante un nuevo reto o una decisión transcendental. Mis palabras no tendrán algún mensaje novedoso, o el mensaje que esperabas leer; pero lo que si estoy seguro que tienen, es la firmeza de un corazón que se enfrenta al miedo.

Hablar del corazón junto al miedo no son realidades distantes, pues es el corazón el que siente el verdadero miedo aun cuando nuestra mente intenta bloquear estos sentimiento. De igual manera es la valentía un fruto de un corazón con miedos, pero que sabe que hay algo mejor por encima de cualquier miedo. Somos seres humano y sentimos múltiples sensaciones a cada momento de nuestra vida, pero de todas ellas siempre surgen posterior a un miedo a algo. Tenemos miedo a casarnos, pero una vez lo hacemos experimentamos la alegría de tener hijos, formar una familia y vivir hasta el último día disfrutando de los triunfos de aquellos que surgen fruto del amor de una pareja; tenemos miedo a estudiar pero experimentamos una gran satisfacción cuando forjamos una carrera como profesionales en un área; tenemos miedo a ser nosotros mismos y que el mundo lo rechace, pero cuando eres tu mismo el mundo te mira y ve algo que ellos no tienen y deciden ir tras de ti pues eres inspirador o inspiradora; tenemos miedo a vivir, pero sin embargo al hacerlo podemos disfrutar del amanecer o la puesta del sol, de la lluvia o de un día soleado, de la compañía o la soledad. 
Tenemos tantos miedos en el mundo y en nuestros corazones, que si pudiéramos cambiarlo por alimento o medicinas para aquellos que lo necesitan, tendríamos de sobra y para regalar. A cada momento, cada hora y cada segundo, una situación de miedo llega a nuestra vida; la pregunta ante esto sería: ¿Qué quieres hacer tú ante el miedo?

Yo decidí dejarlo entrar en mi vida, que me envuelva y me muestre todas aquellas cosas que me podrían lastimar; pero lo hice sólo para que mi corazón supiera ante qué se habrá de enfrentar, para que, así como sonaba el tambor anunciando la guerra, lata con mayor fuerza anunciando a mi alma que debe luchar con gallardía, pues un nuevo reto esta por venir, ya que pudiéramos estar ante el enemigo más fiero del mundo, pero si tenemos un alma robustecida de la fuerza de nuestro corazón no hay rival alguno que pueda contra ti. Los huesos y la carne se pudren, pero el alma es el destello de Dios en nuestra vida, por lo cual es invencible, capaz de destrozar cualquier miedo con tal de regalarte la felicidad.

Hoy sólo tu sabrás como enfrentar al miedo en tu vida, decide estar vivo antes que simplemente existir y enfrenta tus miedos, y aprende a cabalgarlo hasta nuevos caminos llenos de paz y alegría para tu vida.


lunes, 21 de abril de 2014

Pasión, Muerte y Resurrección.

En la vida muchos dicen que lo más importante es vivir cada momento como si fuese el último, disfrutando y compartiendo en alegría y concordia; a pesar de las situaciones personales que vivamos. Algunos pueden estar en este momento celebrando un cumpleaños, el nacimiento de un nuevo miembro de la familia o quizás alguna meta personal o triunfo que nos anima a celebrar. Simultaneamente a cualquiera de las celebraciones ya mencionadas, puede que justo ahora algun hijo le toque darle el beso más triste que se le puede dar a una madre, o quizás algún niño tenga que salir a la calle a mendigar comida, pues lleva días sin comer, o incluso haya quienes ante las dificultades de la vida piensen, en ponerle fin a la misma.
Cualquiera que sea la situación buena o mala, es parte de la vida. Decir que simplemente no es asunto tuyo o mío , a aquellas cosas que no nos afecten directamente es bastante mediocre, e  inclusive nos demuestran que no hay vida sino un simple existir, en donde sabemos que estamos en el mundo, y creemos que el mundo debe existir sólo para mi satisfacción personal. La persona que no existe simplemente, sino que Vive, es aquella que cuando la triteza toca a tu puerta, no te deja ahogarte en ella sino que dandote su hombro te anima a mirar hacia el horizonte y recordar que tras la tormenta el sol, siempre brillará.
Este fin de semana pasada los cristianos de todo el mundo hemos celebrado, aquel acontecimiento que para nosotros sustenta nuestro caminar: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Jesús. Algunos simplemente ven estos días como libres en el calendario, en los cuales puedo o no hacer ciertas cosas;  dejando de lado el verdadero sentido de lo conmemorado.
A pesar de esto, aún por aquellos que pierden de vista la conmemoración del Sacrificio de Cristo en este día, estamos tu y yo que de manera peculiar desde la sencillez de una sonrisa, le decimos al mundo lo importante que es para nosotros el ver en Cristo, la imagen perfecta de un camino que lleva a la felicidad plena, felicidad que por momentos se ve truncada por las vicisitudes de la vida, o que en otros momentos se muestra llena de momentos de alegría y regocijo para nosotros. La Pasión por si sola es el camino que tu y yo vivimos a diario, es esa preocupación que justo ahora tu tienes en el corazón y la mente. La Muerte por otra parte es aquella actitud decisiva que tomanos ante las caídas del camino, es saber decir: "Yo puedo y quiero ser mejor", la muerte es dejarse atrás a uno mismo y ser un nuevo yo. La Resurrección es y será siempre la promesa más grande hecha por Dios al mundo, es saber que ante un caminar largo y tortuoso, hay una recompensa que va más haya del pensamiento, recompensa que nutre y alienta el corazón del hombre.
La Pasión, Muerte y Resurreción de Cristo, podría resumirlo hoy con una frase muy peculiar de San Agustin: "Ama y haz lo que quieras". El amor verdadero nace de la contemmplación del amor de Dios para la humanidad, y es ese mismo amor el que nos da la libertad de encontrar en la alegría y el dolor, el coraje suficiente para mantener una sonrisa y la confianza en el Señor.
Feliz Pascua de Resurreción...

sábado, 15 de marzo de 2014

Siento

La vida
se ha ido convirtiendo cada vez más en un momento fugaz, en instantes que pasan sin dejar u momento para poderlos apreciar con detenimiento, la vida de hoy comienza y en instantes esta por terminar, cada cosa lleva un ritmo en el cual se excluye la mirada profunda a lo que en realidad somos y sentimos.

Hoy pudiera ser el justo instante en el que tengas todo para ser feliz, pero sin embargo transcurrido solo fracciones de segundos ya has perdido toda oportunidad; de un momento a otro pasaste de tener las manos llenas de oportunidades, a sólo tener un puñado de recuerdos y seguramente ideas de como pudo haber sido todo. Hoy la gente tiene miedo a sentir, a vivir, a respirar, a cumplir un sueño, a luchar por ser feliz, a romper los esquemas de siempre; la gente le tiene miedo a pensar, a ser, a actuar, a sentir, a respirar, a conducirse río arriba, cuando pareciera que no hay oportunidad alguna de luchar  contra la turbulencia del río. 

La gente habla y habla tanto, que incluso ya no logra escuchar lo que su propio corazón le dice, e incluso deja a un lado aquellas cosas que otros que quizás en el fondo le estiman y aprecian, tienen para darles a ellos. La bulla impide que sintamos y nos abramos al resto del mundo;  lo que siento es... es algo que muchos dicen sólo por que en algún momento vieron a alguien en la televisión decirlo, o por que oyeron a otros decir que cuando se dice lo que se siente es la verdadera forma de que te acepten en el mundo; en realidad eso que dices sientes hoy ¿Es lo que sientes tú?¿No será que lo copias de alguien más?

Decir siento es más que simple decir una palabra más o algo ingenioso que se vino a la mente, decir siento es comprender y aceptar lo que eres, es tomar las riendas de lo que hasta ese momento es tu vida y no dejar pasar las oportunidades de ser feliz, es sonreírle a la adversidad y decir que probablemente vas tener tropiezos, pero que aun a pesar de esos tropiezos podrás seguir adelante. Decir siento es tomar de la mano a aquella persona, que ahora esta a tu lado luchando contra todo con tal de ser feliz, pero que tu en medio de tus temores no le dejas llegar a lo más importante que tienes como ser humano... Tu Corazón. Decir siento es ver la enfermedad con respeto más no con odio, es ver la pobreza no con indiferencia sino con los ojos llenos de deseos de ayudar, decir siento es reconocer que el amor es más que lo material, ver sentir y reconocer que el amor es luz, es alma, es aire, es todo. Decir siento es callarse a todo el bullicio, y comenzar a ser quien en verdad en tu corazón sabes debes ser, a tomar las decisiones no por lo que los demás creen es lo mejor para ti, sino por que tu lo haz visto como lo mejor; sabiendo que si te puedes equivocar pero que todo tiene solución menos la muerte.

Yo siento que estás listo para aquello que en este momento ha llegado a tu vida, yo siento que el mundo debe estar preparado para ti, no tu para el mundo, pues tu y yo somos y seremos; la gente diferente que habrá de luchar por volverle a dar al amor el lugar que el odio y el sufrimiento intentan arrebatarle.  Yo siento que ya no hay mañana, pues en el hoy se ganan las batallas, para en el mañana disfrutar de la gloria de nuestros triunfos. Somos lo que somos, y si algo puede cambiarnos ese es el amor...

Yo siento que estoy listo para amar, ven y acompáñame pues seremos Dios, tú y yo
los que hagamos del sentimiento, algo nuevo: Amor,
y de ese amor tener Vida.

martes, 24 de diciembre de 2013

Hablar de Navidad

Una vez más nos situamos en las festividades de fin de año, cabe destacar que de ellas la Navidad es aquella la festividad que más debería sobresalir en estos tiempos. Ahora bien, hablar de Navidad hubiece sido más fácil algunos años atrás, pues en aquel entonces era màs fàcil conmover el corazón del hombre y guiarlo a sentir todo el cúmulo de situaciones que enmarcan estos días.

El hombre al oir hablar de Navidad podía situar su corazón de frente a la hermosa situación de en familia hacer la cena o sentarse a escuchar villancicos; inclusive se daba el momento propicio para compartir con aquel vecino  al cual sólo saludabamos cada mañana al salir al trabajo o ir y visitar a ese familiar que desde hace algún tiempo visitabas.  Ese sería el ideal, quizás aun se de en algunos lugares, sin embargo la gran mayoría de las personas han apostado con el pasar del tiempo a una Navidad, más vacia del compartir y el fraternizar para avocarse a una Navidad de días libres, olvidandose de que es la Navidad el momento oportuno para desde la ternura del niño Jesús que nace, ir y volver a confiar en el amor y los ideales de paz y esperanza; el hombre ha cambiado todos esos ideales tradicionales por el ideal del lujo y del derroche; por el ideal del egoísmo y la insensibilidad con el dolor ajeno.

Al preguntar hoy cuales son los deseos de Navidad obtendríamos respuestas vacías o simplemente respuestas en donde la figura principal sería el Yo, que merma al los seres humanos y nubla las capacidades de cada individuo de darse por los demás, nos limita a atender solamente nuestras necesidades,  nos trunca la visión por el que sufre, por el que llora, por aquel que esta noche dormirá entre cartones y junto a un basurero, esperando las sobras que tu y yo dejemos tras los grandes banquetes y comilonas, que dicen ser propios de la Navidad.

Si me preguntas que hacer en Navidad te diría: preguntate como esta tu corazón? A cuántos has ayudado durante este año? A cuántos les has dado de comer para tener la paz de comer tu cena de Navidad? A cuántos  has lastimado con tu orgullo, soberbia y ese absurdo individualismo que nos deja solos en este mundo?
Al tener respuestas al anterior cuestionamiento, lo propio sería salir e ir corrigiendo todo antes de que nazca ese niño Jesús, pero seamos realistas, no daría el tiempo suficiente para corregir todo lo que no hemos hecho en un año, así pues toma una de esas cosas que has hecho mal y en silencio vete en lo privado de tu cuarto y ora para ser una persona mejor en el siguente año, viendo el error ya cometido y ofreciendole a Dios con toda humildad y sencillez, trabajar por no volver a cometerlo.

Navidad es y será aun con el pasar del tiempo, el tiempo más lindo para amar y darse por aquellos que comparten desde el dolor hasta las tristezas día con día, y pedir perdon a aquellos a quienes hemos lastimado. Yo pido perdon por mi soberbia y por aquellas personas a las cuales con mi actuar he lastimado sin razón, y tú ¿por qué quieres pedir perdón?

Que el espíritu de esta hermosa Navidad te guie a dar más y más, no solo por quienes te aman sino también por quienes te odian y desean un mal para tí. ¡Feliz Navidad!

"De mí espera siempre lo inesperado"  con cariño A.M.M.M.