Amor en Silencio

Te veo ahí, en el mismo lugar donde te conocí; te veo tratando de conocerme o que te conozca con tan poca información, que más parece un rompecabezas de mil piezas en donde la mitad ya se han perdido o se han estropeado por el tiempo.
Qué quieres encontrar no lo sé, qué quieres darme mucho menos lo se; sin embargo, sin haberlo pedido me vas regalando a medida que pasa el tiempo la sinceridad de tu amor, pues mientras todos buscan demostrar las cuatro letras más importantes del mundo (Amor) en una rosa o millones de estas; o quizás en un regalo de chocolates, o un regalo de perlas preciosas o algún detalle meramente físico y material; tú en cambio guardas silencio y dejas que tus actos sean los que me vayan diciendo lo mucho que me amas; pues mientras todos mueven cielo y tierra para demostrar sentimientos que no pasan de ser de este mundo, tu en cambio elijes conectarte al universo entero y transmitirme el amor sólo en una mirada; mirada que me desnuda hasta los huesos no para avergonzarme sino para que de mi no veas lo superficial; sino también aquellas cosas que nacen de lo más profundo de mi ser. Qué palabras pudieran ser validas para compartirlas junto tí, si en el silencio con tan sólo una mirada logro conocer que dejamos de ser dos para ser uno, y a partir de ese uno somos el inicio de un todo; pues al final ese amor que callamos tan tuyo como mío, es la fuente de vida para todos aquellos que nunca logran en su vida pasar del querer al amar.
Amor pueden ser tantas cosas, gestos y actos que enmarcan la vida del hombre. Pero ciertamente el amor es aprender a guardar silencio, pues al hacerlo salimos de la dimensión del yo y nos encontramos con el tu; siendo ese el instante primero en el que nos damos cuenta que el amor no es de uno sino de todos. Si quieres ver un ejemplo claro de esto simplemente mira el ejemplo de Dios, que transmite el poder de su amor con el simple y hermoso detalle de sentirle en la brisa suave que sopla para refrescar. Mira el cielo y encuentra el regalo de ha sido guarado para tí en él, pero antes calla, escucha y siente; pues el amor suele estar más cerca de lo que esperas...