domingo, 14 de abril de 2013

¿Qué hacer?

La vida nos regala momentos en los que a nuestro diario vivir llegan personas de manera inesperada, y regalan a nuestro presente la esperanza anhelada, que en el ayer fue arrebatada por la turbulencia de nuestro actuar.
Esa esperanza quizás no nazca de casualidades meramente humanas, sino que nace del designio de Dios, para recordarte que no te encuentras solo.
Quizás esa persona que llegó a tu vida en forma inesperada, te enseñe el valor de cosas que para tí no valían nada, quizás venga a guiarte a una nueva aventura en tu vida, o puede ser cualquier otra cosa que te puedas imaginar.
Ahora bien la decisión de actuar ante esto que acontece en nuestras vidas en momentos inesperados, jamás vendra en una caja de regalos o en una canasta de flores, sino que vendrá con un áspero aspecto de tomar tu hoy y dejar el ayer; o quedarte en el ayer sin pensar en tu hoy y negarte la oportunidad de un mañana.
Nadie ha sido puesto frente a nosotros para dejarlo ir sin hacer nada, ¿qué es lo que debes de hacer? yo no lo sé, pero la respuesta se encuentra en tí, que esta situación te lleve a un triunfo o a un fracaso, tampoco lo podemos saber; pero si podemos saber, que al ocaso de nuestra vida algo debimos de haber aprendido de todas y cada una de éstas situaciones.
Toma la vida como una gran carrera de ida sin retorno, donde no hay opción alguna a pensar en la derrota, sino a pensar en el triunfo y que en ese correr suelen aparecer acompañantes que pudieran o no alejarte del triunfo; sin embargo recuerda que el único que te puede hacer un ganador o un perdedor eres tú y tu actuar, pues sólo tú sabrás que necesitas para ser el triunfador en la carrera de la vida...

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