Mi espíritu se encuentra golpeado
y es difícil poder ver un futuro prometedor en este momento, ya que lo que era
es muy distinto de lo que soy. La tormenta en este punto se encuentra azotando
las partes más difíciles del territorio de mi vida, pero sólo hay algo que
puede sostenerme en este momento, eres Tú, aunque aguardas en silencio en algún lugar del universo que en
este momento se convierto ya no sólo en un universo si no en la prisión por
excelencia para quienes se pierden por momentos en la inmensidad de este
pequeño mundo.
Comienzo a pensar en formas de
como escapar de mi realidad ya bastante
mohosa, pero me pregunto si tendría algún sentido huir de mis propia realidad,
mas sin embargo lo único que pido a esa persona que se encuentra en silencio
esperando el momento justo para actuar que me de las armas necesarias para
poder empezar a secar la humedad de mi vida y así cambiar de realidad que
muchas veces no es ajena a el mundo que me rodea y que ahora trata de
dominarme.
Pero si puedes en este instante
de mi existencia decir algo seria este el momento adecuado; mis fuerzas tan
sólo logran mantenerme por breves lapsos de tiempo, que día a día se hacen más
cortos, sólo tus palabras tienen la energía suficiente para poder creer en la
esperanza.
Comencé a creer que en el
bullicio encontraría lo necesario para suplir la necesidad que sólo el silencio
puede dar, fue tanto el ruido que pude hacer que no creerías las cosas que deje de oír. Pero en
realidad sería mucho mejor que entendieras de donde surgió todo aquel bullicio
que me ha hecho el más severo de los daños que en mi vida he logrado experimentar. Aunque mirando en retrospectiva se podría decir que más que el bullicio sea
quien haya hecho el daño he sido yo quien provoco aquel dolor…
“Y que es el dolor si no la llave maestra que en nuestra vida abre y
cierra puertas y ventanas, sin importar lo que se pueda perder en cada abrir y
cerrar, importándole sólo ir acabando de a poco el lugar en donde se decide
hospedar. Sólo tú en la inmensidad de esta vida tendrás la capacidad de
destruir la llave maestra que gobierna la vida de los débiles de espíritu…”
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